miércoles, 23 de septiembre de 2020

Basta de clichés

 

Una fuente que cumpla los deseos, que todo aquel pensamiento que parecía muy lejano se presente ante tus ojos, regalos de la buena fortuna y las pociones mágicas para una vida eterna y sana. Eso sería en potencia el cliché más grande de toda la historia.

No quiero acudir al pesimismo en una época en la cual el amor se huele en cualquier parte, donde cupido sobrevuela los tejados en busca de nuevas víctimas, pero el aberrante hecho de amar sin ser correspondido se asoma de la mano de una tragedia amorosa sin una fecha de expiración definida.

La eterna lucha de triunfar en el amor para ser felices, déjenme decirlo sin importunar sus vidas, pero también es un cliché; dar todo de tu persona hacia un guiño de tu corazón muchas veces suele ser el paso erróneo, te sitúa en un conflicto del cual pocos pueden contar la verdadera historia de cómo se sobrevive, yo prefiero disuadir mi pesimismo a través de unas buenas palabras que alivien el pesar de mi alma, eso es en realidad lo que se debería de considerar cada maldito segundo de nuestra vida - ¿Por qué usar la misma receta que los demás? - Podemos condimentar nuestra propia felicidad con nada más que unas aliviantes brisas de soledad momentánea, evitando el cliché de ser un cliché.

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