El filo de una pluma que traza una historia sobre el
papel es igual al de un corazón que se rompe por una desilusión. Una abertura
que no se cierra, un dilema que por el momento no tiene solución, es un enigma
el tema de poder querer y ser querido.
Una vez me dijeron que lo fácil aburre demasiado. Es
por eso que el momento en el que el corazón se quiebra duele tanto, no hay que
olvidar que detrás de 10 finales felices primero hubieron 100 que fueron
tristes, fueron agonizantes y desoladores.
Un momento, tan solo un momento alcanza para poder darse cuenta de un sentimiento que sigue sobrevolando por el aire, es una decisión muy importante ir a la par de esa fragancia que encandila la razón y ciega tus ojos, porque es en ese preciso instante en el que te vas a dar cuenta de qué lado de la grieta te encontrás, del lado de la venda que satisface o de la claridad que aterra.
0 comentarios:
Publicar un comentario