domingo, 1 de diciembre de 2024

Rompecabezas

 Lágrimas que van desde la cúspide de mi orgullo quebrantando ese ser que pretendía haber domado, haber mirado e incluso hasta haber amado con toda mi ebriedad asesina de ilusión. Dándole mi vida por encima de la felicidad, dependiendo de mi humor para causar malentendidos entre nosotros, un humo delirante que sale de su boca como si fuera una cortina que me empuja de su presencia. Le brindo mis errores para que vea mi lado humano, el poco amor que me queda se lo entrego en un frasco cerrado, rodeado de débiles alientos de ánimo le gritó a los 4 vientos pero mi voz se ahoga en ese molino destrozado.Para muchos tal vez sea cursi gritarle al viento sus deseos de amor, para otros es como un rompecabezas que no terminan por temor o exceso de valor, porque falta una pieza y jamás quieren volver a sentir el calor del pecho ardiendo entre llanto por otra desilusión.Yo pude terminarlo y fue muy simple, la mesa empapada de ilusiones pero un corazón dispuesto a sanar entre chistes, mis chistes mis desgracias decía un amigo, pero no olvido el olor de su fragancia aunque pudieran despojarme de ese sentido.

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domingo, 10 de noviembre de 2024

Querido Alex

 



Escribo y lo borro, lo publico y me siento tan tonto, aunque no sea criticado me encantaría poder odiarme sin condición para poder expresar sin sentir y que esa melodía de decepción pueda llevarme por fin al lado de la aceptación.
Tan solo un momento escribir sin interpelar la razón, por puro gusto como cuando tenía 5 años y hacia historias fantásticas, ojalá ese niño pudiera ver qué en casi 20 años no logramos ser astronautas, ni escritores, ni una persona tan admirable; tenemos pocas personas que nos valoran, una mascota de 14 años que saludamos todos los días antes de ir al trabajo y un gusto un tanto descontrolado por el fernet con cola, no siempre nos sentamos a escribir y tratar de ayudar a la gente, llegamos a la hora de dormir con la cabeza que nos explota de tantos problemas diferentes.
No triunfamos en todos los objetivos que teníamos en mente, apuntamos a tantos lugares distintos que la vida nos hizo un poco más coherentes, no hay coches voladores pero el postre de la abuela sigue igual de sabroso como siempre.
Me gustaría decirle que no nos espera una vida perfecta, que a veces es más difícil levantarse que como acostumbramos a hacerlo siempre, que la gente se va y eso no es siempre nuestra culpa, los caminos que prepara la vida a veces incluso tendrían que venir acompañados de una disculpa. Estamos estudiando una carrera alucinante, llena de retos como en los cuentos de ficción que escribíamos en esa cama rechinante, tenemos muchos contratiempos y se está haciendo muy largo, pero el tiempo es muy justo eso lo vamos a aprender intentando, fallando y volviendo a intentar hasta cansarnos. No te preocupes por los corazones rotos, esos van a ser la raíz de buenas historias, de risas interminables y de borracheras que van a hacerte olvidar que el amar es tan complicado. En fin, ojalá pudiera decirte tantas cosas que tengo guardadas, pero querido mío nunca dejes de intentar porque esta persona que te está escribiendo, lo siguió haciendo hasta con mil lágrimas en la cara, no hay que bajar los brazos porque siempre hay que ver cómo sale el sol el día de mañana.
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lunes, 19 de agosto de 2024

Huracán

 ¿Te lastimo o te sano? Dando ruedo a mi mente inquieta, con una pregunta tan simple y a su vez desgarradora. Intrigante sería la respuesta si no tuviera certeza de mis acciones, de mi sentir a la hora de delinquir por sobre tus emociones, había millones de posibles destinos, pero somos malos para elegir y por eso estamos en una sintonía alejada, una distinta a la correcta.

No cruzamos de la mano, nos saludamos en silencio, jamás volvemos a lo mismo porque todo se vuelve tan atroz y ese encanto que desprendiamos se lo llevó el viento de esas tardes de otoño... Tal vez un alma en solitario será capaz de encontrar ese sentido fuera del ombligo del odio; un sentimiento tan banal como el amor juvenil es capaz de cometer locuras en la mente de un cuerdo que solo pretende ser feliz.

Mi lápiz ya no se siente bien al desvelarse por las incógnitas que le generas a mi ser, comprendí hace mucho que el ego es protagonista y yo como policía sin placa no tengo mucho más que hacer, más que detener el torbellino que ocasionaste aquella noche después de esa pelea, deseo haberte sanado mucho más de lo que lastimaste a los restos de mi novela.

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lunes, 12 de agosto de 2024

Ya no te veo

 Si tan solo pudiéramos entendernos, vernos o sentirnos tal vez la vida sería un tanto menos tediosa. Sería esa suave caricia que despierta los sentidos de mi ser, o esa comprensión que siempre busqué en el fondo de mi alma, pero con poco éxito jamás pude encontrar.

Las palabras son paupérrimas cuando se trata de explicar cómo tu corazón se encuentra en falta, no en falta de compañía, sino en falta de orientación, la brújula se rompe en mil pedazos y todo es confusión o discusión quizá… Damos paso al cansancio, le acomodamos la silla y nos acostumbramos a vivir con él, se vuelve una rutina y ya solo te resbala el querer, el cariño no es suficiente y el amor sobrevuela fuera de nuestro alcance. Quisiera poder rozarlo con las yemas de mis dedos, pero ya me obligaría a sentir, ya me obligaría a desear cuando ni siquiera te quiero pensar, dejarte estar dentro de mi cabeza; crearte en mis sueños ya sería demasiada avaricia, si en la vida real te me escurrís entre las manos a pesar de que te tengo frente a mis ojos... Ya no dilato mis pupilas ni acelero mi corazón, esto de tenerte cerca y lejos me hace hundirme en un océano de lágrimas, pero me cuesta entender, que ya no es hora de forzarme a entender, es tiempo de que acepte que ya no te debo ver.

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miércoles, 22 de mayo de 2024

Deseos del pasado

 Deseo dejar de saber que estás y a la vez desapareces entre mis deseos más profundos de que estés presente. Dando tan a menudo ese sentir como una prioridad, cuando en verdad lastima tan duro como un invierno crudo, sin piedad entre el desabrigo que presenta mi ser, ese desabrigo representa la falta que me hacen esas palabras tan justas o ese susurro tan cálido.

Deseo no sentir y soltar a un lado del camino, poder andar sin mirar hacia atrás y arrancar el reflejo de la costumbre de mi vida. Desaparecer entre medio de la poca emoción y la sensación de poder seguir adelante, aunque mi corazón se pueda corroer de malos sentimientos y de desapego de la vida misma.

 Las heridas no terminan de sanar sino hasta que duelen de verdad, y el aprendizaje nos marca para siempre, y ese siempre se vuelva una cicatriz de lo que en ese entonces fue dolor y angustia, para que sea una nueva sonrisa entre medio de un efímero momento frente a nuestras tan largas memorias.

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lunes, 31 de enero de 2022

Recuerdos con sabor a tiempo

 

De manera repentina tu fragancia encierra mi fragata de razón en una porción cruda de tierra firme. No hay ruta de escape si no es por tu rechazo inhóspito de cualquier rasgo de humanidad o sensibilidad; arriesgándome a soñar despierto, busco ese lado escaso de comprensión del cual me alejaste, del cual hiciste cenizas el siquiera umbral de su puerta y elegiste fundir una larga pared de frío metal entre ambos.
Lo fácil nunca tuvo lugar en mi vida, en la tuya o en la de la maldita suerte que siempre nos esquivaba entre tantas almas errantes. La desgracia fue un lenguaje nativo en una cultura fantasma que solo tenía dos habitantes, mi razón para querer y tu interés de poca monta en algo que parecía que era tan importante como un arcoíris en medio de un día nublado.
Siempre voy a recordar que elegí creer en que podía cumplirse el deseo que me visitaba durante mi estúpido viaje de incoherente sensibilidad; hacer que cada riesgo valiera la pena, con tal de no volver a abrir las viejas heridas, pero como todos sabemos nada en esta vida se concede sin pedirte algo a cambio. No tuve más que ofrecer todo mi mundo sin miedo a restringir, ni censurar ninguna parte de mi ser, pero como todo lo bueno… se esfumó en una fantasía de engaño de la mano del tan farsante y macabro autor del lienzo de nuestra vida; el tiempo.
Escribo esto en un gran intento de desestimar la autoridad que tienen las grietas de mi corazón sobre el razonamiento de mi cabeza, no pretendo ser perfecto al convertirme en un hombre de razón y abandonar la primitiva costumbre de la estabilidad a base de sentimientos que nos orillan a la locura; pero si tan solo una pizca de aquello me enfrentara a centímetros de lo que alguna vez fui, sería un placer escupirle en la cara y pasar esas páginas para abrir un nuevo ciclo, al fin y al cabo dicen que todo es aprendizaje, pero esta vez prefiero dejar el pizarrón en blanco porque el despiadado reloj que me pisa los talones, ya no me va a volver a meter en su bolsillo.
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viernes, 10 de septiembre de 2021

Plumas y recuerdos

 Es raro sentir, amar, luchar por no sentir, pero sin dejar de amar; es curioso el hecho del rastro de corazones rotos que dejamos en un costal que arrastramos hasta el fin de nuestra imprescindible vida. Es decir, no es que esté mal tener el corazón roto, pero sería mejor si fuera más llevadero, como una resaca, por ejemplo; odias tenerla, pero no se sufre el ritual de la bebida recorriendo todo tu cuerpo hasta romper en risas y llanto. Quedamos estupefactos en ese momento en el que llega nuestro ciclo de renovación o más bien su simulacro, porque claramente no se olvida lo que te marca, nos queremos llevar el mundo por delante, obsequiándonos pensamientos que jamás pudimos apreciar durante nuestro anterior vínculo con lo que fue una pizca del golpe directo a nuestro mentón que estábamos por recibir. Es todo euforia, vida, florecimiento, hasta que vuelve nuestro querido amigo el recuerdo, que si me preguntaran le pondría cuchillo de frigorífico por obvias razones. Pero luego está la romántica y entera sonrisa que nos brinda la razón, ¿Yo quiero volver a abrir una hilada que costó tanto coser? Dando pasos agitados y moribundos, le sacamos la pluma y tintero a la vida y saltamos de la hoja, para poder escribir los puntos suspensivos que comiencen el nuevo párrafo de toda nuestra vida.

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