Un tacaño orgullo que es el responsable de que no rompamos
nuestro silencio para poder reírnos y crear aún más momentos felices, a pesar
de que no fueron tantos y abundaron las peleas, los lazos se pierden entre la soledad
que aguarda por mí. Las cartas que escribí en tu nombre se quedan sin remitente
y sin un destino al cuál enviarlas, las cenizas que vuelan de las mismas se asemejan
a la fortaleza que tiene nuestro trato, se desvanece con el viento sin ninguna
pena que reste por dejarlo así. Fingir que nada pasa cuando estoy desmoronado, es la balada favorita de mi pesar, trato de no darle el lujo de bailarla entre
sus ensordecedoras carcajadas de victoria pero a veces es insaciable ese
sentimiento que me corroe cada parte del pecho, al ver como te marchas por un
daño que jamás fue mi intención provocar, el alcohol se volverá con el tiempo
mi fiel compañero cuando vuelva a vos en mis trágicos recuerdos, no me
imaginaba con la debilidad que encuentro entre mis sentimientos, porque con la
coraza en la que me encontraba me bastaba, hasta que llegaste y no supe en
donde me encontraba, si lees esto espero que sepas que mi mundo tuvo un
terremoto sin precedentes, pero estoy más fuerte que antes.