lunes, 26 de octubre de 2020

Querida soledad

 



Te siento a mi lado desde el primer café amargo en la mañana, no logro distinguir si fuiste una bendición o una maldición en el lapso en el cual decidí que te atrevas a entrometerte en mi vida. Tal vez está bien que así sea, el hecho de mantenerme en vos no afecta mi manera de vivir, es más, hasta las ganas de escribir despiertan cuando tomo un solo sorbo de alcohol y no dos.

Pasarán inviernos fríos y solitarios en los cuales voy a querer vetarte de mi vida para que ni siquiera quede rastro de tu paso por ella y días en los cuales te voy a necesitar para poder pensar con claridad. Yo sé que generalmente reniego de vos, no quiero aceptar que existís en mí e incluso me amargo cuando me acechás, pero acá estoy, escribiéndote mientras me desvelo en una noche de vacías esperanzas que llenan mi calma mente. Espero que me sepas disculpar por mi manera de ser arrogante, pero odio amarte durante los tiempos que te necesito.
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miércoles, 14 de octubre de 2020

Resentimiento

 

En un lamento mudo nace un desahogado y creciente resentimiento, innegablemente algo ocurre, aunque ni siquiera un susurro se encuentra al alcance del que sufre en su silenciosa y mortal mente. Las palabras que debe de liberar tienen candados con llaves que aún no han sido fundidas en el caldero correcto, es como si cortaran a la mitad su lengua cada vez que quisieran siquiera atreverse a desafiar a su propio coraje.

Cuando se inunda nuestra forma de pensar con lagunas que están repletas de inseguridades, de miedo, de decisiones precipitadas en los momentos menos indicados; tocar el botón de reversa por desgracia nunca fue ni será una opción, pero, este siempre va a ser el momento indicado. si, este presente es el mejor escenario para liberar lo que nuestra inseguridad aprese con una amenaza. Porque las amenazas jamás detuvieron a nadie que sepa lo que es mejor para sí mismo.

Sin cuidado hay que desenvolver la manta del resentimiento, tomar unas tijeras y cortarlas en trozos insignificantes. No importa si las palabras duelen, cortan, lastiman o incluso destruyen, esconder lo que puede sanarnos a nosotros mismos puede llevarnos hacia el fin si no forzamos el cambio que necesitamos.

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martes, 6 de octubre de 2020

Grietas

 



El filo de una pluma que traza una historia sobre el papel es igual al de un corazón que se rompe por una desilusión. Una abertura que no se cierra, un dilema que por el momento no tiene solución, es un enigma el tema de poder querer y ser querido.

Una vez me dijeron que lo fácil aburre demasiado. Es por eso que el momento en el que el corazón se quiebra duele tanto, no hay que olvidar que detrás de 10 finales felices primero hubieron 100 que fueron tristes, fueron agonizantes y desoladores.

Un momento, tan solo un momento alcanza para poder darse cuenta de un sentimiento que sigue sobrevolando por el aire, es una decisión muy importante ir a la par de esa fragancia que encandila la razón y ciega tus ojos, porque es en ese preciso instante en el que te vas a dar cuenta de qué lado de la grieta te encontrás, del lado de la venda que satisface o de la claridad que aterra. 

No siempre va a ser un deleite tener claras las cosas, no siempre se encontrará lo bello en lo aterrador y es precisamente por eso que hay que buscar hasta lo más recóndito de nuestro ser, no para tener una certeza de qué es lo correcto, sino para poder encontrar el valor de enfrentar lo que aterra, porque les aseguro que no hay nada peor que no poder contemplar lo que realmente es precioso por estar cegado por una venda a la cual nosotros mismos estamos dispuestos a hacerle el mejor nudo. Discernir entre si es deber u obligación el hecho de sentirse bien, es como encerrarnos en un laberinto que solo tiene 4 paredes, no hay salida fácil a la vista, pero siempre hay una grieta que nos permitirá dar un vistazo a qué es lo indicado.


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