sábado, 13 de febrero de 2021

Hilos

 Susurros y caricias no correspondidas al lugar que le guarda mi corazón a esa dama de cabello ambarino, su lúgubre sonrisa color perla me exige perderme y no esforzarme en buscar otro camino, desmayarme en su agradable fragancia a cielo debería ser un delito de cadena perpetua, el daño que le causa a mis sentimientos tan solo de pretender pensarla es tal que, dimitir del amor ya no es una locura. Es poco entendible lo que sucede dentro de mí, aún no comprendo si ¿espero una respuesta que de paz a mi alma? O si espero llenar un vacío donde antes se rendía homenaje a su nombre. Entre pequeños fragmentos de mis recuerdos imploro volver a esas ingenuas ilusiones que creaba mi pérfido e ineludible corazón, es la única parte de mi ser que a pesar de haber sido ultrajado y engañado pretende ignorar tales hechos con una mueca engañosa en él, dándome así dudas que se trepan en la montaña de la razón, queriendo ahogar a la misma en un silencioso lago de incertidumbre infinita.

Jamás debe de ser una persona que te hace dudar la que maneje indebidamente los hilos de tu corazón, porque pese a que nosotros nos creamos fuertes, dentro de nuestra felicidad momentánea, existe un ruin, débil, obstinado e imbécil ser que no le importa volver a caer en el mismo lago de incertidumbre por un poco de afecto, cuando ese ser entienda lo que es el amor nosotros tocaremos la felicidad con las manos, mientras tanto mucho cuidado que no cualquier persona que embriague tu corazón será la misma que lo cuide cuando se sienta confundido.
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