Muchas personas se adentran en una búsqueda con
pretenciosas preguntas acerca de lo que todavía no se ha descubierto, en busca
de una primicia la cual haga que su vida de un estrepitoso salto hacia la
mismísima realidad. Entonces viéndolo desde una posición que poca gente desea
tomar y si así lo prefieren insultando la mediocre similitud de muchos
pensamientos; me atrevo a decir que no son más que puras ilusiones el hecho de
querer “resaltar”, poder disfrutar a costa de sueños rotos, arrebatados desde
una gran ambición que está siendo aprovechada por la miserable crueldad de un
mundo que asesina ilusiones bien intencionadas.
Es justo decir que la supervivencia del más fuerte
suele ser un tanto aterradora y sugiere un susto de muerte cuando se ve que
viene la sombra del pisotón de alguien más. Pero creo con toda seguridad que es
más espeluznante esperar pacientemente que en algún momento te pisen y estar
viviendo tiempo prestado por un desconocido que conoce la fecha de tu fin.
Cuando podamos tener noción de lo que vive y siente el otro, estar de su lado
no tan verde del césped y usar gafas que no consideramos tan adecuadas para
nosotros, vamos a dejar de ser prudentes por conveniencia para convertirnos en
una persona que es prudente con los pasos que tiene que dar, la persona que
sabrá elegir un camino que no vea como atajo quebrantar sueños ajenos.
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